El pasado miércoles, el periódico estadounidense publicó las declaraciones de un funcionario israelí, bajo condición de anonimato, según las cuales, si Siria “reacciona atacando a Israel”, el presidente sirio, Bashar al-Asad, arriesgará la caída de su Gobierno, pues el régimen israelí “tomará represalias”.
Según el funcionario israelí, hasta la fecha, el régimen de Tel Aviv se ha abstenido de interferir en los asuntos internos de Siria.
Hasta el momento, el régimen israelí no se ha pronunciado respecto a esta noticia. “No vamos a comentar esa historia”, señaló Mark Regev, portavoz del premier israelí.
El 5 de mayo, el Gobierno sirio informó de una nueva agresión israelí al centro de investigación científica de Jamraya; según las autoridades del régimen israelí, el ataque tenía como blanco un supuesto cargamento de misiles ultramodernos.
El 9 de mayo, el viceministro sirio de Asuntos Exteriores, Faisal al-Miqdad, afirmó que Damasco dará una respuesta inmediata y dolorosa a cualquier nuevo ataque del régimen israelí contra su territorio.
Además, rechazó energéticamente los informes de los medios de comunicación occidentales, los cuales aseguraban que el ataque del régimen de Israel a Siria estaba dirigido a interceptar un convoy militar con misiles ultramodernos dirigidos al Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá).
Desde 2011, Siria sufre injerencias de algunos países occidentales y regionales que brindan su apoyo financiero, armamentístico y logístico a los grupos armados con el fin de derrocar al Gobierno de Damasco.
Fuente: www.hispantv.com
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